Por primera vez en el mundo de la fabricación de telas, hablar de economía circular parece ser más importante que hacerlo de colores, fibras, estilos y tendencias. En las últimas reuniones de los grandes de la industria textil, la cuestión principal está siendo: ¿cómo salvar al mundo, del daño que la producción de ropa le ha causado?
La moda rápida
La rápida aceleración que ha sufrido la fabricación de prendas de vestir ha derivado en las modas fugaces, de prendas muy baratas, de producción insostenible y muy a menudo casi desechables, de un mes para el otro.
El problema con la sobreproducción textil es que conduce a la súper contaminación, con millones de prendas de ropa que acaban en vertederos o incineradores, al poco tiempo de ser adquiridas y a veces, casi sin haber sido usadas. Y a nivel de fabricación, solo el 40% de los insumos y recursos empleados son reciclados.
Kristine Dorosko, que pertenece a la Comisión Europea, donde se esfuerzan por conseguir que la ropa, también tenga la etiqueta de ecológica, dijo que el mundo está utilizando muchos más recursos de los que debería, de hecho, se emplean 10 veces más materias primas naturales, que hace 100 años.
Dorosko afirma que, tanto los productos que se procesan, como los desperdicios que se generan y la cantidad de recursos empleados, equivalen a vivir en 1.6 planetas, por eso cada vez se agotan antes los recursos anuales (este año ello sucedió a principios de agosto).
Para demostrar de forma gráfica su concepto de que tan dañino es el ser humano, para consigo mismo y el Medio Ambiente, explicó que es como si el mundo entero viajara en un deportivo a gran velocidad, con el único objetivo de chocar contra una pared.
La etiqueta ecológica de la Comisión Europea está en vigor desde hace ya 25 años y su objetivo que las empresas productoras de textiles y ropa resulten sostenibles y que el público consumidor tenga pautas claras, a la hora de saber qué es lo que compra.
Ejemplos de que sí se puede
El fabricante textil turco de jeans ISKO es el único en el mundo que posee la etiquete de la UE que lo califica de ecológico. Han creado una tela que, gracias a que conserva mejor su forma, es más duradera y ahorra durante su ciclo de vida, un 23% en consumo de agua. Además, en sus instalaciones tiene plantas de filtración para tratar el agua y reutilizarla.
Enrica Arena ganó recientemente el premio H & M Foundation Global Change con su original Orange Fiber. Enrica creció en Sicilia donde dicha fruta abunda por lo que a ella y su socia Andriana Santanocito, se les ocurrió la idea de hacer fibras de pieles de naranja y darle un nuevo uso a las 700.000 toneladas de desechos en de cáscara de naranja, que tiene la isla italiana cada año.
La fibra es de producción sostenible y resulta biodegradable, por lo que en cuanto Ferragamo, la célebre marca florentina se enteró de su existencia, le agregó a la patente de la tela en base a cítricos, el talento del diseñador Mario Trimarchi y el resultado fue la Colección Cápsula, que se presentó recientemente como la alternativa ecológica de la empresa.
Fuente: http://www.ecoticias.com/sostenibilidad/175010/La-economia-circular-llega-al-mundo-textil