El informe “Las 10 Principales Tecnologías Emergentes de 2023”, una colaboración del Foro Económico Mundial con Frontiers y expertos de 20 países, no es solo una lista de innovaciones. Es una profunda reflexión sobre cómo estas tecnologías cambiarán nuestra sociedad en los próximos tres a cinco años. El informe se adentra en la evaluación cualitativa de su impacto en diversos aspectos de la vida humana: desde la economía y la industria hasta la equidad social y la sostenibilidad.
Estas tecnologías, que incluyen avances como la atención médica potenciada por inteligencia artificial, baterías flexibles para dispositivos médicos portátiles y espacios virtuales compartidos para el apoyo de la salud mental, representan la vanguardia de la innovación. Sin embargo, con cada avance tecnológico, también surgen nuevos desafíos y responsabilidades. El incidente del zoológico de Krefeld es un recordatorio sombrío de que, aunque nuestras intenciones puedan ser positivas, las consecuencias de nuestras acciones pueden ser impredecibles.
Desde tiempos antiguos, la humanidad ha demostrado una fascinación por el futuro. Los mitos de la antigua Grecia, como el de Prometeo, nos hablan de la capacidad de prever y de cómo esta habilidad puede ser tanto una bendición como una maldición. En la era moderna, la investigación sobre nuestra capacidad para el “viaje mental en el tiempo” ha revelado que la memoria y la previsión están intrínsecamente conectadas. Esta habilidad nos ha permitido no solo recordar el pasado sino también anticipar y prepararnos para el futuro.
Sin embargo, la era en la que vivimos, caracterizada por desafíos globales como el cambio climático, la crisis del COVID-19 y conflictos geopolíticos, exige que adoptemos un enfoque más crítico y reflexivo hacia el futuro. No basta con imaginar futuros posibles; debemos esforzarnos activamente por construir un mundo mejor. Para ello, necesitamos nuevas narrativas que iluminen las deficiencias de nuestra sociedad actual y que propongan soluciones sostenibles y equitativas.
La ciencia ficción, con su capacidad para combinar hechos científicos con especulación creativa, ofrece una herramienta valiosa en este sentido. Proyectos como “Radical Ocean Futures” nos muestran cómo podemos utilizar la ciencia ficción para explorar y comprender mejor los desafíos que enfrentamos. Estas historias, basadas en datos y hechos reales, nos permiten imaginar escenarios futuristas y reflexionar sobre las implicaciones éticas, sociales y tecnológicas de nuestras decisiones.
En conclusión, a medida que avanzamos hacia el futuro y adoptamos nuevas tecnologías, debemos hacerlo con una profunda conciencia de nuestra responsabilidad. Nuestra capacidad de previsión es una herramienta poderosa, pero debe ser utilizada con sabiduría y precaución. Al aprender a dirigir nuestras “máquinas del tiempo mental” de manera responsable, podemos aspirar a un futuro más prometedor, sostenible y equitativo para todos.