Este informe de expertos de DGAP proporciona cuatro escenarios distintos que imaginan los posibles futuros de Europa hasta el año 2030. Estos escenarios evitan etiquetas directas de “buenos” o “malos” y en su lugar profundizan en impulsores cruciales que moldearán el futuro, desde la integración del mercado laboral hasta asuntos globales como el conflicto Rusia-Ucrania y las relaciones Europa-China.
El informe aborda la necesidad urgente de “alfabetización de futuros” entre los responsables políticos y expertos. Ofrece marcos interpretativos para los próximos desafíos en lugar de predecir detalles específicos. Los escenarios impulsan la reconsideración de narrativas e introducen modos de pensamiento contra-intuitivos para abordar los cambios globales y los desafíos de política exterior.
El equipo de autores de los Centros de Competencia de Clima y Política Exterior, Geopolítica, Geoeconomía y Tecnología, Futuro de Europa y Seguridad y Defensa de DGAP, con un editor como moderador, estableció el tema general. Luego seleccionaron parámetros clave como impulsores de desarrollos y celebraron reuniones mensuales para dar forma a los cuatro escenarios futuros mirando a 2030.
Las cuatro visiones de futuro o “paisajes de futuro” fueron tomando forma gradualmente en un proceso iterativo, evaluando las influencias cruzadas de los impulsores en cada uno. Los autores querían situar lo positivo con lo negativo y lo plausible con lo contra-intuitivo, en lugar de presentar escenarios de “los buenos, los malos y los feos”. Optaron por realizar controles de coherencia interna del escenario, mientras reproducían iteraciones de los impactos cruzados de los diferentes impulsores en cada “paisaje de futuro”.
Escenario Azul: Nuevo Capitalismo Verde
Este escenario se caracteriza por una alta disponibilidad de recursos y una fuerte influencia de nuevos sistemas de gobierno.
Tras la recesión global de 2023-2025, las economías de mercado de EE.UU. y la UE finalmente han ajustado sus modelos económicos. No solo se ha mantenido la transición verde como objetivo principal, sino que los responsables políticos han obligado a las empresas y los mercados financieros internacionales a redistribuir las ganancias económicas de manera más amplia en la búsqueda de “economías poscarbono justas”.
Los partidos verdes y los grupos activistas han entrado en la corriente política dominante y se han absorbido en el dogma de las sociedades de mercado abierto liberal, mientras que otras partes del mundo permanecen marginadas. La inteligencia artificial y las tecnologías verdes están transformando rápidamente las economías del Norte Global y algunos aliados en Asia del Sur y América Latina.
La recuperación económica en la UE solo se produce después de una grave crisis energética y años de inflación elevada en la década de 2020. Los responsables políticos han confiado en el apoyo directo a los ciudadanos y los programas de ayuda como tranquilizantes para aliviar los costos.
La UE se ha convertido en una máquina de redistribución de bienestar. La ampliación de la UE y la integración del mercado interno han llevado a una redistribución más fuerte dentro de la UE. El reestructuramiento de las economías beneficia a algunas regiones europeas más que a otras. Así, las formas locales y regionales de gobierno ganan importancia.
La UE ha recalibrado las relaciones comerciales, con el objetivo de garantizar la seguridad energética y de recursos. Por ejemplo, se han expandido las Asociaciones de Transición Energética Justa con India, Sudáfrica, Indonesia y Brasil. Esto es a cambio de transferencias tecnológicas y capacitación vocacional.
Ha surgido un Nuevo Capitalismo Verde, con una racionalidad económica pragmática y utilitaria: es de interés mutuo asegurar participaciones de mercado y economías de escala para hacer que las tecnologías verdes sean competitivas.
Sin embargo, la privatización de los regímenes multilaterales se ha convertido en una alternativa a los foros tradicionales como la ONU, que lucha por promover la agenda de derechos humanos y desarrollo sostenible. La resistencia a lo que se percibe como una élite orientada al crecimiento, la innovación y la tecnología es considerable, no solo entre las poblaciones marginadas del Sur Global, sino también en Europa.
Escenario Naranja: Pragmatismo Transaccional en un Mundo Propenso a Conflictos
Este escenario se distingue por una baja disponibilidad de recursos y una fuerte influencia de nuevos sistemas de gobierno.
La guerra de Rusia contra Ucrania desde 2022 y la invasión china de Taiwán en 2024 han acelerado aún más la multipolarización y la relativa desconexión del sistema internacional.
La UE ha reformado sus reglas internas para adaptarse a una mayor interdependencia regional y ha aumentado su resiliencia en un mundo multipolar más propenso a los conflictos. Ante la baja disponibilidad de recursos y la creciente influencia de los nuevos sistemas de gobierno, se está gestando un nuevo “pragmatismo transaccional” en el mantenimiento de la seguridad y la estabilidad en las relaciones internacionales.
Sin embargo, surge el riesgo de manipulación de la información con una nueva generación de influencers/políticos que operan como creadores de contenido en el espacio digital.
La confrontación se realiza en nombre de la seguridad nacional. La mayoría de las organizaciones y foros asociados con el llamado orden mundial liberal de posguerra han tenido dificultades para reformarse y adaptarse a corto plazo. Sin embargo, la ONU hizo un fuerte caso por la importancia crítica de tales foros globales.
El sistema comercial global se está fragmentando cada vez más. Los estados están tratando de obtener tantas ventajas como sea posible con políticas de “mi país primero”. Esto ha fortalecido a la UE y sus instituciones hasta cierto punto y le ha permitido integrarse aún más en áreas clave. Es ahora la región más integrada comercialmente del mundo.
Internamente, la UE se ha consolidado y ha presionado por reformas. La ampliación de la UE, incluida Turquía, está en marcha, después de importantes cambios en el tratado y reformas en el proceso de toma de decisiones.
Las diferencias de riqueza dentro de las sociedades occidentales están aumentando, lo que contribuye a un sentimiento político explosivo. El malestar social está muy extendido, los escándalos sobre riqueza y corrupción impulsan campañas contra las élites. La demanda de poder redistributivo del estado ha aumentado.
La inestabilidad política está impulsada por las narrativas en línea. Los gobiernos están haciendo todo lo posible para proteger sus debates públicos de las operaciones de influencia extranjera para manipular información. Sin embargo, la innovación tecnológica sigue siendo una esperanza para adaptarse al cambio climático en condiciones de escasez general de recursos.
Escenario Lila: Una Nueva Europa Surge del Caos
Este escenario se distingue por una baja disponibilidad de recursos y una débil influencia de los nuevos sistemas de gobierno.
Europa ha estado experimentando una recesión severa desde principios de la década de 2020. Los estados miembros de la UE se han convertido en los principales actores en Europa, mientras que las instituciones de la UE han perdido relevancia.
La UE también desempeña un papel cada vez más irrelevante en formatos como el G7 o el G20. Con el fin de responder a las graves desigualdades socioeconómicas, muchos gobiernos europeos han adoptado modelos económicos keynesianos y políticas proteccionistas, incluidas políticas migratorias restrictivas.
El Sur Global se está volviendo cada vez más asertivo y compite con una Europa débil por los recursos. Sin embargo, en esa constelación desafiante de baja disponibilidad de recursos y débil influencia de los nuevos sistemas de gobierno, la tecnología verde ha impulsado la innovación sostenible y el paradigma del decrecimiento ha ganado una tracción considerable.
Tras el caótico decenio de 2020, la UE tiene la esperanza de una nueva década de revitalización. Hungría y Polonia han dejado la UE en 2026 y buscan una asociación estrecha con el Reino Unido, Noruega y Ucrania.
La disminución del comercio con China tiene un precio. Desde la guerra de Rusia contra Ucrania, la UE se ha desconectado casi por completo de Rusia y sus recursos fósiles baratos. Pero este desarrollo ha tenido un alto precio para la economía de la UE y ha contribuido parcialmente a una recesión.
Para contrarrestar la recesión severa, los estados de la UE adoptan políticas económicas keynesianas. La redistribución de la riqueza es popular en muchos estados miembros, y el estado-nación se ha convertido en un actor económico importante en casi todos los campos.
En 2030, la UE está impulsada por una visión bastante francesa de la economía y los asuntos políticos, a menudo buscando políticas proteccionistas y centradas en la autosuficiencia.
Mientras el Sur Global se rebela contra el dominio occidental, Europa mira hacia adentro. Muchos países del Sur Global se centran en cumplir sus propios términos los derechos sociales y económicos y expresan cada vez más su derecho a una parte justa de los recursos.
Los efectos del cambio climático estimulan una nueva agenda política en Europa. Se están movilizando recursos financieros para promover la resistencia al calor y las inundaciones en el sector de la construcción. La UE utiliza la crisis climática como un incentivo para la innovación. Para 2030, se han implementado ampliamente soluciones adaptadas de uso de cultivos en Europa. Las innovaciones tecnológicas para la agricultura de precisión también se emplean cada vez más.
El pensamiento sobre el decrecimiento se ha generalizado en Europa. Los actores buscan mantener los estándares de vida actuales mientras reducen el consumo de recursos y las emisiones de CO2.
Escenario Verde: El Ascenso de la UE en la Escena Geopolítica
Este escenario se distingue por una alta disponibilidad de recursos y una débil influencia de los nuevos sistemas de gobierno.
La UE sigue moldeando la geopolítica y el comercio global en 2030. El orden global funciona de forma relativamente estable. La UE no se ha expandido, pero se ha consolidado y desarrollado convirtiéndose en un actor global, liderando en tecnologías digitales y verdes para las nuevas formas de economía.
La UE ha tenido mucho éxito en la búsqueda de una economía más ecológica, incluso superando las vías hacia la descarbonización. Las emisiones de gases de efecto invernadero se han reducido alrededor del 55% en comparación con los niveles de 1990.
La transición ecológica de las economías de la UE ha creado nuevos trabajos e industrias. La UE no se ha expandido, pero ha empujado una integración de mercado interno de políticas de transición verde y digitalización.
La UE ha encontrado una posición pragmática, equilibrando entre múltiples campos geopolíticos y desconectando con éxito su crecimiento económico y prosperidad de los combustibles fósiles. La única excepción es Rusia, con la que la UE se ha desconectado por completo.
Sin embargo, este futuro relativamente positivo conlleva un gran costo de capitalismo de vigilancia masiva y ataques a infraestructuras críticas. La vigilancia generalizada por el estado y operadores privados para maximizar los beneficios de la economía verde y digital tiene un impacto negativo en la privacidad y los derechos fundamentales.
En resumen, los cuatro escenarios ofrecen visiones divergentes del posible posicionamiento geopolítico de Europa en 2030, evitando etiquetas simplistas de “bueno” o “malo” y enfatizando las difíciles compensaciones en las futuras elecciones de política exterior. En lugar de predecir detalles específicos, los escenarios buscan impulsar un replanteamiento de las narrativas actuales y una reconsideración de los enfoques ante los desafíos globales y de política exterior.