La industria cerró el año pasado con muy buenas cifras, al registrar un incremento de la cifra de negocios del 7,5 por ciento en el conjunto del ejercicio, la mayor desde 2006. Con ello, el peso del sector manufacturero en el conjunto del PIB recuperó la cota del 16,4 por ciento. Sin embargo, de cara al año en curso parece que las perspectivas son más sombrías, debido a la ralentización de la demanda europea y a la subida de los precios del petróleo, aunque el constante crecimiento de la demanda de vivienda jugará un papel al alza.
La creación de un puesto de trabajo en la industria genera otro en el resto de los sectores, de acuerdo con los datos que maneja el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad, ya sea en el sector primario, en la construcción o en el sector servicios.
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